miércoles, 4 de agosto de 2010

DICHOS POLPULARES:

Nanay Cucas: De ninguna manera.

Ñapa: Añadidura, vendaje, valor agregado.

Ñato: Chato.

Ñoco: Miembro mutilado.

Ñor: Señor, Don.

Ojear: Personas de mirada fuerte que hechiza a los niños.

Ojón: Individuo de grandes ojos.

Pasar por manteca: Omitir deliberadamente, no tomar en cuenta.

Patialegre: Fiestero, parrandero.

Pucho: Pequeña porción.

Quereme: Afrodisíaco, alimento o bebida con sustancia afrodisíaca.

Pegapega: Confianzudo

Rasca: Borrachera

Regodiento: Desganado para comer.

Saltar Matones: Escasez de dinero, apuros económicos.

Siete (el): Nalgas, posaderas, glúteos.

Tacar burro: Equivocarse, errar en el juego de billar.

Un tilín: Instante corto a pique: "Estuve a un tilín de caer al precipicio".

Vendí la lora por no cargarla: Dicho a quien recuesta el brazo o el cuerpo en otra persona.

Zurumbático: Aturdido, lelo, tonto.

martes, 3 de agosto de 2010

ARTE


Este es el primer trabajo sobre Arte Rupestre realizado por Alvaro Botiva Contreras con el objetivo de promover la divulgación del patrimonio cultural del departamento. Su elaboración fue resultado de un reconocimiento arqueologico realizado en 42 municipios de 12 provincias.


Descripción

A través de la presentación de los diferentes signos y composiciones del arte rupestre se pretende transmitir la memoria cultural de unos antepasados de los que poco se sabe aunque gracias a sus dibujos sobre piedra tenemos evidencias materiales e intangibles de su historia.

Este trabajo invita a conocer, valorar, respetar y preservar este legado cultural que constituye una fuente única para el estudio arqueológico de las poblaciones precolombinas de Cundinamarca.

PERSONAJES DESTACADOS DEL DEPARTAMENTO:

Emilio Sierra
Importante músico fusagasugueño nacido el 15 de septiembre de 1891, quien con Milcíades Garavito partió la historia de la música colombiana en dos, al introducir y difundir con su orquesta la Rumba Criolla, una especia de bambuco fiestero, ritmo que dominó en la década de los cuarentas las preferencias de baile en Colombia, reemplazando a los valses, danzas y pasillos que eran los ritmos dominantes de la época para bailar.

Adolfo "El Pote" Lara
Músico nacido en Tocaima, Cundinamarca, el 27 de septiembre de 1881, ejecutante de todos los instrumentos de cuerda y algunos de viento. Fue director de la Estudiantina del Conservatorio del Tolima.

De su obra como compositor ha tenido eterna permanencia su hermosa danza “Tupinamba”. El “Pote” Lara murió en Bogotá en 1961.

Alberto Urdaneta
Compositor nacido en Ubaté, Cundinamarca, el 4 de mayo de 1895. Terminado su bachillerato en el colegio de San Bartolomé de Bogotá, hizo estudios avanzados de música en la Academia Beethoven.
Es el más sobresaliente de sus temas la “Guabina chiquinquireña”, estrenada en 1925 en ejecución de él mismo al piano. Ha sido grabada en muchísimas versiones de importantes intérpretes nacionales e internacionales como Margarita Cueto y Arturo Patiño, Carlos Julio Ramírez, Pedro Vargas, Garzón y Collazos, y muchas otras más.


Milcíades Garavito Sierra
Compositor de más de 700 obras y nacido en Gachalá, Cundinamarca, en 1863, es considerado como quizás el más prolífico de los compositores cundinamarqueses. Padre de una familia de importantes músicos, entre los cuales se destacaron Milcíades y Alfonso Garavito Wheeler, se inició como director de la Banda de Honda en la cual tocaban cuatro de sus hijos.

Esos mismos cuatro hermanos conformaron el “Cuarteto Garavito”, que posteriormente se convirtió en la famosa “Orquesta Garavito” que hizo sus presentaciones durante muchos años en Bogotá. El Maestro Milcíades Garavito Sierra murió en Bogotá en 1941.

Darío Garzón
Cantante, compositor y guitarrista nacido en Girardot, Cundinamarca, en 1912. En 1928 empezó a estudiar canto, guitarra y teoría musical en el Conservatorio de Ibagué.

En 1937 formó la agrupación “Estudiantina de Darío Garzón” y al frente de ella estuvo hasta 1938 cuando conformó, con su condiscípulo de música Eduardo Collazos, el muy famoso dueto de “Garzón y Collazos”, de tan grata recordación y que abrió la brecha de los duetos con marcada tendencia a la interpretación de la música del Tolima Grande, tales como “Los Hermanos Martínez”, “Silva y Villalba”, y otros más.

Jose Florencio Wiesner
Nació en Zipaquirá en octubre 16 de 1887 y murió en Bogotá en 1946. Pintor clásico, notable como paisajista, arte en el cual logró un maravilloso dominio del color, expresado en la combinación vivísima de los tonos. Su inspiración fue la naturaleza, llevada a lienzos y miniaturas que encarnan la semblanza de la antigua Cuidad de la Sal y sus alrededores. Algunos de sus cuadros son Paisaje Sabanero, Plaza Antigua de Zipaquirá, Quinta de Bolívar y Hornos de Zipaquirá, entre otros.

Federico Rodríguez Mendoza
Nació en Zipaquirá el 4 de marzo de 1871. Es considerado el más grande de los pintores de Cundinamarca y uno de los más representativos de la escuela clásica de Colombia. Cursó Filosofía y Letras en el Colegio Mayor del Rosario y pintura en la escuela "Gutiérrez", con el maestro Felipe Santiago Gutiérrez y en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá, donde fue premiado en 1890, 1891 y 1892 como pintor y escultor.

En 1894 viajó a México e ingresó a la Academia Nacional San Carlos de la cual fue director, luego viajó a Estados Unidos donde dejó varias obras, de regreso a Colombia se estableció en Samacá pero allí sufrió una decepción, ya que en 1941 se le inundó la casa y se perdieron varios trabajos. Algunas de sus obras fueron: “Paolo de la Chialle”, de estilo flamenco; “Bolívar” y “Santiago Pérez”, óleos que se conservan en el Cabildo de Zipaquirá; “Bolívar en el Destierro”, entre muchas otras.

Guillermo Quevedo
Nació en Zipaquirá el 25 de noviembre de 1886 y murió en 1964. Músico, compositor y poeta, en 1934 fundó la Banda Sinfónica de Zipaquirá, que llegó a tener 25 músicos, extinguida por acuerdo en el Concejo Municipal en 1974.


Luis B. Ramos
Nació en Guasca, Cundinamarca, en 1899 y murió en Bogotá en 1955. Pionero de la fotografía moderna en Colombia. Luis B. Ramos es considerado el padre de la fotografía moderna colombiana. Tal como ha sucedido con los procesos fotográficos en el país, un invento foráneo, por ejemplo la cámara pequeña especial para reportajes, es utilizada con dedicación por el artista nativo. En el caso de Ramos se trata de la "Rolleicord" que compró y utilizó en Europa; a su regreso al país en 1934 la trajo consigo. Con ella en el bolsillo sorprendió a sus colegas en el hipódromo de Bogotá, quienes esperaban ver una pesada y complicada máquina; poco después los sorprenderá de nuevo con la "Rolleiflex".


Jose Manuel Cárdenas
Nació en Zipaquirá en 1909. Abogado, catedrático, historiador, cofundador de la Casa de la Cultura y de la Academia de Historia de Cundinamarca en su ciudad natal. Miembro de diversas academias nacionales.

Llamado el “Poeta Heráldico de Cundinamarca” -dice Roberto Velandia en su Antología de poetas cundinamarqueses contemporáneos (1972)-, sólo publicó el libro Poemas de juventud (1935).


Elías Anzola Álvarez
(La Palma, Cundinamarca, 1907). Estudió bachillerato y letras en Bogotá, en el Colegio Mayor del Rosario. En los años 30 surgió como poeta. Residió por algún tiempo en Barranquilla. En 1932 fue laureado en los juegos florales de Bogotá, junto con Rafael Vásquez. Comentarista teatral para la prensa bogotana. Residió varios años en Europa, ocupó cargos administrativos en empresas públicas y privadas.

Luis Fernando Baquero
(Anolaima, 1957). Ha participado en talleres de poesía y narrativa en la Universidad Externado de Colombia y en la Casa de Poesía Silva. Obtuvo los siguientes galardones: Segundo Premio Nacional de Poesía Aurelio Arturo en 1989; segundo premio en el Concurso de Poesía Externado de Colombia en 1990; primer premio en el Concurso Literario Cabarría 1990 Poesía; mención especial en el II Concurso Internacional de Poesía Ciudad de Medellín de la Revista Prometeo (1995). Obtuvo la beca Colcultura en creación individual 1993 para el libro Bitácora de poesía.

Manuel Antonio Bonilla
(La Victoria, Valle, 1872; Bogotá, 1949). Escritor de estilo clásico y maestro consumado de la ciencia literaria, inspirado poeta, fue ampliamente reconocido por sus estudios críticos Orientaciones literarias, La palabra triunfante y La lengua patria, entre otros. Ganó el concurso de la Academia Venezolana de la Lengua sobre la gramática de Bello, en 1947, y fue miembro por demás brillante de la Academia Colombiana, que premió en 1911 su trabajo titulado Miguel Antonio Caro y su obra. Caballero sin tacha y ciudadano ejemplar, fue catedrático y rector del Colegio San Simón de Ibagué y de otros planteles de la capital del Tolima (que lo tuvo como suyo y acogió a su familia en su distinguida sociedad) y de la capital de la República, especialmente de la Universidad Javeriana. Fundó y dirigió en Ibagué las revistas Tropical y Arte.

Alfonso Bonilla Naar
(Cartagena, 1916; Bogotá, 1978). Eminente médico, ejerció la docencia, investigó enfermedades como el cáncer, que finalmente lo hizo su víctima, y publicó varios ensayos científicos. Pero también espigó en diversos géneros literarios: novela, cuento, poesía. Ganó el premio Esso 1965 y el Premio Hispanoamericano de Novela en Quetzaltenango, Guatemala, en 1965. Entre sus libros literarios se encuentran: Viaje sin pasajero —novela— (1965); La pezuña del diablo —novela— (1970); Campana y nombre —poemas— (1962); Cuarzo —poemas— (1963); Angustia de luz —poemas— (1965). En 1964 publicó con Óscar Echeverri Mejía la antología 21 años de poesía colombiana.

Piedad Bonnett Vélez
(Amalfi, Antioquia, 1951). Estudió filosofía y letras en la Universidad de Los Andes de Bogotá y en la Escuela de Investigación Lingüística y Literaria en Madrid, España. Profesora en las universidades de Los Andes, Nacional de Colombia, en la Escuela de Formación de Actores del Teatro Libre de Bogotá y en el Instituto Colsubsidio de Educación Femenina. En revistas especializadas ha publicado ensayos, entre otros, sobre los poetas colombianos Porfirio Barba-Jacob y León de Greiff.

Donaldo Bossa Herazo
(Tolú, Sucre, 1904; Cartagena, 1996). Historiador cuya muy voluminosa obra está casi en su totalidad dedicada a Cartagena, la ciudad de su vida. La mayor parte de su producción poética fue recogida en “Viñetas y otros poemas” en 1961. En su obra « confluyen las formas y la sensibilidad clásicas y la vivencia del entorno y de cotidianidad» dice Rómulo Bustos. Otros libros de versos son: “Sinfonía inconclusa” (1973) y “Sonetos españoles” (1976).

Manuel Briceño Jáuregui
(Cúcuta, 1917; Madrid, España, 1992). Eminente jesuita, graduado en humanidades en la Universidad de Oxford (Inglaterra), profesor y prefecto de estudios de humanidades en las Provincias de la Compañía de Jesús en Colombia y autor, entre otras, de una de las obras más formidables de la docencia clásica: “El genio literario griego”. El padre Briceño murió en olor de santidad, de castidad y de casticidad en Madrid, cuando asistía, como presidente de la colombiana, al congreso de las Academias de la Lengua que conmemoraban el V Centenario de la Gramática de Nebrija.

Como poeta, el padre Briceño escribió siempre íntimas efusiones familiares y religiosas, y en 1977 publicó un libro con sus “Estampas pueblerinas, 150 sonetos de sonriente costumbrismo”. También tradujo obras de poetas griegos, como Seféris, y al latín la Epopeya de la Espiga de Aurelio Martínez Mutis.

Jorge Bustamante García
(Zipaquirá, 1951). Estudió el bachillerato en su ciudad natal, se graduó como geólogo en Rusia y trabajó en el Instituto de Recursos Minerales de Colombia. Después residió en Costa Rica y a partir de 1982 en México, donde es miembro de la A.P.P.

Libros: Invención del viaje (1986); El desorden del viento (1989); El canto del mentiroso (1994); El caos de las cosas perfectas (1996). Estas obras, así como la traducción de Poemas de la rusa Ana Ajmátova (1992) se publicaron en México, donde recibió Bustamante en 1994 el premio estatal de poesía de Michoacán. También tradujo, para Norma de Colombia, Cinco poetas rusos (1995) y el Centro Colombo-Americano le publicó en 1991 el ensayo “Henry Miller: entre la desesperanza y el goce”.

Judith Quintero de Rojas
(La Mesa, Cundinamarca, 1916). Estudios en el Colegio de La Merced en Bogotá y grado de Maestra en la Universidad Pedagógica Nacional, profesión a la que se entregó con la más profunda vocación, así como a las obras sociales. Ejerció, pues, la docencia, en Zipacón, donde fundó un colegio, en Une y en Bogotá. Aquí se vinculó al Colegio de los Ángeles y estableció una escuela nocturna para adultos en el barrio Siete de Agosto. Ha ejercido el voluntariado en cancerología y fue una de las fundadoras de la Corporación de Amor y Caridad para personas marginadas. Con su familia hizo largos viajes por Europa —especialmente España—, Estados Unidos, Canadá y Panamá. Escribió una semblanza biográfica del médico José Gregorio Hernández.

HISTORIA:

Primitivos pobladores: Hombre de Tequendama, El Abra.

El poblamiento del altiplano de la Cordillera Oriental de Colombia se remonta a más de 12.000 años, cuando bandas de cazadores- recolectores provenientes del valle del Río Magdalena, que no conocían ni la cerámica ni la agrícultura, habitaron los abrigos rocosos de la zona.

Evidencias de estos hechos se registran en el actual Departamento de Cundinamarca, en las rocas del Abra ( al norte de Zipaquirá), en la Hacienda Tequendama en el municipio de Soacha, en los sitios conocidos como Nemocón y Chía y II en los municipios del mismo nombre, así como en Sueva, municipio de Junín y en las poblaciones de Cogua y Bojaca´.

En la penumbra de estos refugios rocosos fueron elaborados artefactos de hueso, piedra y asta; allí fueron cocinados los productos de la cacería, tal como lo atestiguan las cenizas de los fogones, a cuyo alrededor se encuentran abundantes restos de fauna.

En estos mismos sitio el hombre practicó, con místico respeto, inhumaciones de los fallecidos Actualmente, tanto en los abrigos rocosos del Abra como en los del Tequendama, existen evidencias inequívocas de la presencia del hombre.

Estas consisten en lascas, artefactos y carbón vegetal en el primer sitio y en lascas en el segundo. Si bien la fecha de carbono catorce más antigua del Abra corresponde a 12.400+/-160 antes del presente año, puede decirse que la antigüedad del hombre es mayor en este sitio.

A juzgar por las evidencias asociadas a una capa más baja que no puedo ser fechada debido a la ausencia de restos óseos o de carbón en ella, es razonable asignar a esta unidad una antigüedad que podría superar los 15.000 años.

POLÍTICA (GOBERNACIÓN DE CUNDINAMARCA)

Objetivos y Funciones:
En su artículo 298 de la Constitución Política de Colombia de 1991 el Departamento de Cundinamarca tiene autonomía para la administración de los asuntos seccionales y la planificación y promoción del desarrollo económico y social dentro de su territorio en los términos establecidos por la Constitución. El Departamento ejerce funciones administrativas, de coordinación, de complementariedad de la acción municipal, de intermediación entre la Nación y los Municipios y de prestación de los servicios que determinen la Constitución y las leyes. La ley reglamentará lo relacionado con el ejercicio de las atribuciones que la Constitución les otorga.

Misión:
El Departamento de Cundinamarca promueve procesos de transformación social, económica, institucional e integración territorial a través de una gestión integrada, vinculante e inteligente en procura de la seguridad, libertad, dignidad, solidaridad, bienestar, competitividad y sostenibilidad de los Cundinamarqueses.

Visión:
En el 2011 la Gobernación de Cundinamarca ser una Entidad líder en la promoción del desarrollo integral de la población, ubicada en una senda de progreso sostenible bajo los principios de honestidad y transparencia, justicia y equidad, responsabilidad, compromiso, competitividad, respeto y felicidad, creando una Alianza con Bogotá para impulsar crecimiento en el Departamento en cuanto a movilidad y turismo.
Plan Departamental de Desarrollo 2008 - 2011 Gobernación de Cundinamarca:
Cundinamarca en el año 2028, es una región competitiva, incluyente, sostenible y líder en America Latina. Para el logro de esta visión se formula como reto general dentro del cuatrienio de la vigencia del presente Plan de Desarrollo: Sentar las bases y avanzar para transformar a Cundinamarca en el primer Departamento del país, en los términos que plantea el Derecho al Desarrollo, logrando que sea el corazón de Colombia, para lo cual se convoca e integra el esfuerzo, compromiso y creatividad de todos los cundinamarqueses.

TORBELLINO

BAMBUCO (El Sanjuanero)